Antártida
La Antártida es el destino superlativo, el viaje en mayúsculas y el sueño hecho realidad de solamente unos pocos. ¿Hacemos realidad tu sueño?
1 - Viajar a la Antártida: la Antártida
2 - Viajar a la Antártida: destinos
3 - Viajar a la Antártida: tipos de viajes
4 - Viajar a la Antártida: tipos de barco
5 - Viajar a la Antártida: actividades opcionales
6 - Viajar a la Antártida: cuándo viajar
7 - Viajar a la Antártida: duración de los viajes
8 - Viajar a la Antártida: desembarcos habituales
9 - Viajar a la Antártida: fauna salvaje
10 - Viajar a la Antártida: vida a bordo
11 - Viajar a la Antártida: precios y ofertas
12 - Viajar a la Antártida: especialistas en viajes a la Antártida
Viajar a la Antártida: la Antártida
La Antártida son todas las tierras emergidas al sur del paralelo 60º S y cuyo límite es la Convergencia Antártica, que incluye las Islas Georgia del Sur, las Islas Sándwich del Sur, las Islas Órcadas del Sur, las Islas Shetland del Sur y el continente antártico.
Con una extensión de 14.000 kilómetros cuadrados, apenas el 1% de las tierras del continente blanco están libres de hielo. Por este motivo se conoce a la Antártida como la "Catedral de Hielo".
La Antártida presenta forma de coma y se divide entre la Antártida Oriental y la Antártida Occidental. La Antártida Oriental es la región circular, mientras que la Antártida Occidental es el apéndice que se extiende hacia el norte, hacia Tierra del Fuego (Argentina).
La principal característica de la Antártida Occidental es la Península Antártica, 800 km de cadena montañosa caracterizada por numerosos fiordos ocupados por valles glaciales, una línea de costa muy irregular, y una gran presencia de playas y puertos libres de hielo. Aquí las cimas más altas llegan a los 2.800 metros.
El descubrimiento de la Península Antártica está directamente vinculado al de las Islas Shetland del Sur, cuya riqueza fue uno de los principales motores que impulsó los primeros viajes a la Antártida. Hoy en día la Península Antártica está protegida por el Tratado Antártico, firmado por 48 países. Las partes firmantes han acordado que la Antártida será utilizada sólo con objetivos pacíficos y científicos, con llena libertad para la investigación. Los resultados de las investigaciones han de estar al alcance de todo el mundo.
Viajar a la Antártida: destinos
Todos nuestros viajes a la Antártida tienen como destino la Península Antártica, donde tendremos ocasión de contemplar algunos de los paisajes más cautivadores del continente blanco y la más amplia variedad de fauna salvaje, de la cual hablaremos más adelante y entre la que se incluyen distintas especies de pingüinos, focas, ballenas y numerosas aves.
Durante un viaje a la Península Antártica habitualmente nuestros sentidos se intensifican y las emociones nos invaden. En la Península Antártica encontraremos desde icebergs de formas delicadas y caprichosas hasta auténticas moles de hielo, popularmente conocidas como témpanos de Hielo. Desde monumentales glaciares que se deslizan hasta el mar de manera harmoniosa hasta glaciares que se arrojan al vacío de manera dramática. Y, por supuesto, estrechos de aguas tranquilas, remansos de paz enmarcados por altas montañas, el reflejo de las cimas nevadas de las cuales nos acompañará durante la travesía.; y extensos mares de hielo.
Entre los destinos más habituales de los viajes a la Antártida se encuentran también las Islas Shetland del Sur, pequeño archipiélago volcánico, ubicado justo enfrente de las costas de la Península Antártica y entre cuyos principales atractivos se encuentra la emblemática Isla Decepción, en cuyas playas habitualmente conviven elefantes marinos con distintas especies de pingüinos.
Y el Mar de Weddell, ubicado en la costa este de la Península Antártida y entre cuyos principales atractivos se incluyen una bonita colección de icebergs tabulares, los más grandes de la Antártida. Aquí habitualmente intentamos desembarcar en Isla Paulet, popularmente conocida como "la tierra de los pingüinos Adelia" por albergar una colonia de 100.000 pingüinos Adelia. El Mar de Weddell es hogar también de la colonia de pingüinos emperador Snow Hill.
Mención especial merecen también las Islas Malvinas, un auténtico paraíso para los amantes de la ornitología donde habitualmente desembarcamos en Puerto Stanley y en Carcass Bay; y las Islas Georgia del Sur, hogar de las colonias de pingüino rey más grandes del planeta y cuya riqueza natural solamente es comparable a la de las Islas Galápagos.
Viajar a la Antártida: tipos de viajes
Existen dos tipos de viajes a la Antártida, los cruceros o viajes a la Antártida en barco y los aero-cruceros o viajes a la Antártida en avión.
1 - Cruceros a la Antártida o viajes a la Antártida en barco.
Es el tipo de viaje a la Antártida más habitual y también el más económico. Con inicio y fin en Ushuaia (Argentina), consiste en navegar el Pasaje de Drake a bordo del mismo barco con el que se visitará los principales atractivos de la Antártida.
2 - Aero-cruceros o viajes a la Antártida en avión.
Es el tipo de viaje a la Antártida de precio más elevado. Con inicio y fin en Punta Arenas (Chile), consiste en trasladarse en avión hasta las Islas Shetland del Sur (evitando así tener que navegar el Pasaje de Drake) y embarcar en las Islas Shetland del Sur en el barco con el que proseguiréis con vuestro viaje a la Antártida. Al finalizar el viaje a la Antártida regresaréis de nuevo a las Islas Shetland del Sur para desembarcar y embarcar de nuevo en el avión que os llevará de regreso a Punta Arenas (Chile).
Viajar a la Antártida: tipos de barcos
Los viajes a la Antártida se organizan a bordo de dos tipos de barco:
1 - Barcos rompehielos.
Los rompehielos son barcos cuyos cascos han sido diseñados para poder navegar en las condiciones de hielo más difíciles y llegar a las zonas más inaccesibles a través del hielo. Es decir, barcos cuya forma, resistencia y potencia son las necesarias para abrir camino en los mares helados de la Antártida. No son especialmente cómodos ni lujosos, pero son especialmente útiles cuando se pretende viajar a la Antártida a principios de primavera para visitar la colonia de pingüinos emperador de Snow Hill, ubicada en el Mar de Weddell. Para ello habitualmente será necesario utilizar también el helicóptero con que cuentan con los rompehielos.
2 - Barcos de navegación polar.
Los barcos de navegación polar son barcos cuyos cascos han sido reforzados para poder navegar por las regiones polares, pero que no están habilitados para abrir vías en la gruesa capa de hielo de éstas. Por este motivo solamente es posible viajar a la Antártida a bordo de un barco de navegación polar desde principios de noviembre hasta finales de marzo. Habitualmente son muy acogedores y cuentan con muchas comodidades. Otra de las principales características de los barcos de navegación polar es que algunos de ellos ofrecen la posibilidad de disfrutar de gran variedad de actividades opcionales a bordo, como por ejemplo kayak, camping, senderismo, alpinismo, workshops de fotografía, buceo etc.
Viajar a la Antártida: actividades opcionales
Todos los viajes a la Antártida incluyen todos los desembarcos y las actividades que se organicen a bordo, como por ejemplo las conferencias impartidas por los miembros del equipo de guías.
Además de estas dos actividades, que son las más comunes, durante algunos viajes a la Antártida existe también la posibilidad de disfrutar (previo pago de un suplemento) de determinadas actividades opcionales, como por ejemplo el buceo, la práctica del kayak, la acampada polar e incluso el alpinismo.
Si deseas recibir más información sobre los viajes que ofrecen la posibilidad de reservar actividades opcionales, no dudes en contactar con nosotros y uno de nuestros especialistas a la Antártida responderá a tu petición a la mayor brevedad posible.
Viajar a la Antártida: cuándo viajar
La Antártida es el continente más frío, más ventoso y el más seco del planeta. Sin embargo la Península Antártica no registra estos extremos, a pesar de ser parte del continente blanco.
En la Península Antártida, durante el verano austral la temperatura máxima registrada en la costa oeste es de unos 15 ºC. A diferencia del resto del continente, donde la temperatura media en ese mismo momento es de 2 ºC. No obstante, no conviene confiarse durante un viaje a la Antártida porque, aun cuando el cielo es azul y las aguas están tranquilas en las protegidas bahías y canales, de un momento para otro pueden levantarse los fríos vientos catabáticos y caer la temperatura en picado.
El mejor momento para viajar a la Antártida es entre los meses de octubre y marzo. Es decir, durante la primavera y verano australes, que es cuando se registran las mejores condiciones climáticas y las condiciones del hielo y el mar nos lo permiten. Siendo los meses de enero y febrero los más solicitados, junto con las vacaciones de Navidad y Fin de Año.
En función de cuáles sean vuestros intereses y vuestro presupuesto, os recomendaremos viajar a la Antártida en un momento u otro del año. Pues, si bien es cierto que los viajes a la Antártida más solicitados son aquellos que tienen lugar durante los meses de enero y febrero, también es cierto que los más económicos son aquellos que tienen lugar a principios y finales de la temporada antártica.
Viajar a la Antártida: duración de los viajes
Habitualmente los viajes a la Antártida tienen una duración aproximada de entre 7 y 11 días, cuando el destino del viaje a la Antártida son la Península Antártica y las Islas Shetland del Sur.
Aquellos viajes a la Antártida que incluyen en su itinerario lugares más remotos, como por ejemplo las Islas Malvinas o las Islas Georgia del Sur, habitualmente tienen una duración superior a las dos semanas de viaje.
Viajar a la Antártida: desembarcos habituales
Entre los desembarcos habituales en la Península Antártica se encuentra Puerto Neko, una pequeña bahía cuyo paisaje está dominado principalmente por el frontal de un imponente glaciar que se arroja a sus aguas de manera dramática. Aquí es posible observar abundante fauna salvaje, como por ejemplo una colonia de pingüinos papúa y pingüinos barbijo, así como focas cangrejeras, focas leopardo y focas de Weddell, además de ballenas jorobadas, ballenas mike, ballenas fin e incluso orcas.
Entre los desembarcos habituales en las Islas Shetland del Sur se encuentra Isla Decepción, isla volcánica cuyo cráter se encuentra parcialmente sumergido en el mar, dando lugar a una pequeña y tranquila bahía, que a su vez resulta ser uno de los puertos naturales más tranquilos y seguros de la Antártida.
Entre los desembarcos habituales en las Islas Malvinas se encuentra Carcass Bay es una pequeña bahía ubicada a los pies del monte Jason y cuyo paisaje está dominado por denso de pastizal de tussock. Es un auténtico paraíso para los amantes de la ornitología, siendo hábitat natural de numerosas especies de aves. Aquí anidan también pingüinos papúa y de Magallanes.
Y entre los desembarcos habituales en las Islas Georgia del Sur se encuentra Salisbury Plain, uno de los lugares de desembarco más complejos, por lo expuestas que están sus playas a los vientos y las corrientes marinas, pero también de los más espectaculares. Y es que en Salisbury Plain anidan ni más ni menos que medio millar de parejas de pingüino rey y sus crías.
Viajar a la Antártida: fauna salvaje
La Antártida es popularmente conocida por la abundancia de su fauna salvaje, que si bien no es la más rica en variedad de especies (el Ártico cuenta con mucha más variedad de especies que la Antártida), sí que lo es en la cantidad de ejemplares de cada especie.
Entre la fauna salvaje más representativa de la Antártida se encuentran los pingüinos, algunas especies de los cuales solamente pueden ser vistas en el continente antártico, como por ejemplo el pingüino emperador y el pingüino adelia. En la Antártida pueden ser vistos también pingüinos papúa, pingüinos macaroni y pingüinos barbijo; además del pingüino rey, cuyas mayores colonias se encuentran en las Islas Georgia del sur, y los pingüinos salta rocas y de Magallanes, que habitualmente anidan en las Islas Malvinas.
Entre la fauna salvaje más característica de la Antártida se encuentran también las focas, algunas especies de las cuales solamente pueden ser vistas en las aguas de la Antártida, como por ejemplo la foca de Weddell, la foca leopardo y la foca cangrejera. Más comunes son los lobos marinos y los elefantes marinos.
Habitualmente pueden ser vistas en aguas antárticas también distintas especies de ballenas, entre las que se incluyen las ballenas fin, las ballenas jorobadas, las ballenas minke y las orcas.
Mención especial merecen también las numerosas especies de aves que cada verano regresan a la Antártida para anidar y alimentar a sus polluelos. Aves como, por ejemplo, los skuas, los cormoranes, los albatros, los petreles y el charrán.
Viajar a la Antártida: vida a bordo
Un viaje a la Antártida no deja de ser un crucero. Por este motivo, a pesar de lo atípico que es la Antártida como destino de viajes, un viaje a la Antártida en su día a día es bastante estándar.
Todo viaje a la Antártida incluye todas las comidas a bordo. Es decir, desayuno, almuerzo, cena y snacks dulces y salados entre horas, acompañados por bebidas calientes que incluyen desde sopas hasta cafés. No incluye bebidas envasadas ni con alcohol.
Todo viaje a la Antártida incluye dos desembarcos al día, siempre y cuando las condiciones climáticas y del mar no lo impidan. Habitualmente el primer desembarco tiene lugar después del desayuno y el segundo desembarco después del almuerzo, exceptuando en aquellas ocasiones en que las condiciones climáticas y del mar nos obligan a modificar el orden del día.
Por lo que respecta a los desembarcos, habitualmente consisten en:
- una visita a alguna playa libre de hielo y nieve, donde dispondremos de tiempo para hacer fotos de la fauna salvaje y el bello paisaje que nos rodea.
- un zodiac cruise o paseo panorámico que se realiza a bordo de una lancha neumática o zodiac y durante el cual tendremos ocasión de conocer las más tranquilas bahías de la Antártida, donde habitualmente podemos encontrar a la deriva pequeños icebergs sobre los cuales es común encontrarse algunos ejemplares de la fauna antártica, como por ejemplo las focas y los pingüinos.
Viajar a la Antártida: precios y ofertas
El precio de un viaje a la Antártida variará mucho en función del viaje escogido, de la categoría de cabina escogida y de la antelación con que se reserve el viaje. Sin embargo, de manera orientativa, podríamos decir que es posible encontrar viajes a la Antártida desde 4.000 euros por persona.
¿Cuándo conseguir los mejores precios y ofertas de viajes a la Antártida? Reservando el viaje a la Antártida con la mayor antelación posible. Es decir, con una antelación mínima de entre 9 y 12 meses a la fecha de salida.
Es importante tener presente que el calendario de viajes a la Antártida se publica unos 18 meses antes de realizar el viaje. Es decir, que es posible reservar un viaje a la Antártida 18 meses antes de realizarlo. Por este motivo desaconsejamos confirmar la reserva de un viaje a la Antártida con una antelación inferior a los 9 meses a la fecha de salida.
Viajar a la Antártida: especialistas en viajes a la Antártida
En Tundra Viatges conocemos la Antártida de primera mano y en detalle, motivo por el cual podemos ofreceros el mejor asesoramiento en base a nuestra experiencia y a vuestros deseos, necesidades y preferencias.
En Tundra Viatges estamos especializados en viajes a la Antártida y contamos con más de 20 años de experiencia organizando y guiando viajes a la Antártida.
Si deseáis viajar a la Antártida durante vuestras próximas vacaciones y no sabéis por dónde empezar, os recomendamos empezar consultando los viajes a la Antártida publicados en nuestra página web.
Si lo preferís también podéis contactar con nosotros y explicarnos los detalles de vuestro viaje a la Antártida. Uno de nuestros especialistas responderá a vuestra petición a la mayor brevedad posible.
¡Buen viaje a la Antártida!